La naturaleza está llena de patrones fascinantes. Estos patrones desafían a los científicos a pensar cómo la evolución pudo llegar a procesos tan específicos y complejos. Por ello, no es de extrañar que muchas personas hayan invertido su vida en entender los patrones y encontrar "coincidencias" en el mundo salvaje.
Una de estas personas es Rafael Araujo. Ilustrador y arquitecto en Venezuela, Rafael dedicó 40 años de su vida a dibujar patrones de la naturaleza a mano. Sus herramientas son un lápiz, un compás, una regla y un transportador.
Los dibujos de Rafael se basan en un patrón: PHI. Después de aprender sobre la Proporción Áurea, Rafael pudo ver su fórmula geométrica apareciendo en muchos aspectos diferentes de la naturaleza, creando hermosos diseños. La proporción de la razón áurea, igual a 1,618, se convirtió en la esencia de su obra y en su identidad como artista. El objetivo de la vida de Rafael es inspirar a la gente y difundir su amor por nuestro entorno natural.
Sin embargo, no todos los patrones de la naturaleza siguen un número, una proporción. En cambio, algunos se basan en muchos números, en muchas combinaciones diferentes. Si comparamos organismos en busca de rastros compartidos, estamos buscando patrones que la evolución dejó atrás. Un rápido vistazo al árbol de la vida de las especies puede revelar "coincidencias" evolutivas que conectan el pasado de nuestro planeta con las hipótesis para el futuro.Pensando en nuestro planeta, los seres vivos no son los únicos sometidos a patrones. Los océanos son muy susceptibles a las corrientes de aire y al campo magnético de la Tierra. Las corrientes oceánicas combinan varios patrones que tienen la capacidad de afectar a los sistemas ecológicos, así como al clima de nuestro planeta.
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