En la última década, muchos estudios de ensayos clínicos informaron de resultados positivos y prometedores en el uso de medicamentos basados en el cannabis para el tratamiento del dolor neuropático.
El alivio del dolor relacionado con la diabetes, la quimioterapia, la esclerosis múltiple, la fibromialgia, la osteoartritis y varios otros han sido tratados con Cannabis.
Al parecer, existe una conexión entre los cannabinoides exógenos y los receptores de opioides, lo que provoca un aumento de la analgesia del paciente, es decir, la incapacidad de sentir dolor.
Los pacientes que son tratados con opioides junto con medicamentos basados en el cannabis muestran un efecto sinérgico del medicamento, en el que la eficacia de los opioides se ve incrementada por el tetrahidrocannabinol - THC, la principal molécula psicoactiva de la planta de cannabis.
Los científicos contemplan estos resultados con una perspectiva positiva debido a la posibilidad de reducir la dosis de medicación con opioides, lo que redundaría en una mejor calidad de vida para los pacientes que sufren de dolor.
El sistema endocannabinoide, al igual que otras vías metabólicas, no es un sistema aislado del cuerpo humano, puede influir y ser influenciado por otras vías de señalización, una de ellas aparentemente relacionada con los opioides y sus receptores.
Los receptores opiáceos además de la función de señalar la sensación de dolor, también tiene el papel de modular algunas funciones corporales como la regulación térmica, la estabilidad hormonal, la actividad analgésica, entre otras.
Tanto los receptores de los cannabinoides como los de los opioides son miembros de la familia de los acoplados a proteínas G, que son proteínas que tienen la capacidad de influir en las neurotransmisiones responsables de la propagación del dolor en el cerebro y la médula espinal.
El tratamiento de los pacientes con dolor crónico suele implicar la toma de dosis crecientes de opiáceos, que con frecuencia provocan efectos secundarios indeseables, como sedación, trastornos respiratorios y estreñimiento.
Al cabo de un tiempo, los pacientes empiezan a mostrar tolerancia y resistencia a la dosis de opioides, no logrando sus efectos terapéuticos, lo que obliga a los médicos a aumentar la dosis repetidamente para lograr el mismo nivel de alivio del dolor.
Una dosis alta de THC por sí sola se considera analgésica, pero suele ir seguida de efectos secundarios indeseables como ansiedad, dolor de cabeza, sequedad de boca, mareos, euforia y taquicardia, mientras que las dosis bajas no producen ningún efecto analgésico.
Sin embargo, cuando se combina con opioides este efecto puede cambiar completamente.
Los estudios realizados en modelos animales han demostrado que los cannabinoides exógenos como el THC pueden aumentar la eficacia de los medicamentos opioides, como la morfina.
La actividad analgésica del THC parece estar mediada por los receptores opioides, existiendo una interacción cruzada entre las vías de señalización de los cannabinoides y los opioides.
Los investigadores del cannabis informan de que la administración de THC puede estimular la producción de péptidos opioides endógenos en el cuerpo, que acaban uniéndose a los receptores opioides ya conocidos -delta y kappa- intermediando el efecto cannabinoide.
Un tercer receptor opioide mu también se activa cuando se administra morfina. La activación de estos tres receptores opioides puede ser la explicación del aumento de la eficacia del afecto antinociceptivo -el proceso de analgesia que bloquea la detección de un estímulo doloroso- cuando se compara con los resultados de los tratamientos de morfina o THC solos.
A estudio publicado en 2004 por la revista Life Sciences confirmó la conexión entre el THC y la morfina mediante la inhibición del receptor opioide con moléculas específicas.
La presencia de moléculas bloqueadoras provocó una disminución de la eficacia de la morfina, consecuentemente sus efectos terapéuticos.
Este resultado confirma lo importante que es la disponibilidad de estos receptores y su activación para la eficacia del tratamiento con morfina -y THC-. Otro experimento realizado con Naloxona -un antagonista de los opioides- bloqueó la actividad del THC en diversas regiones del cerebro, como el área tegmental ventral, el hipotálamo y el gris periacueductal (PAG), lo que sugiere que estas regiones son de alguna manera importantes para la interacción opioide-cannabinoide.
Además, el estudio también informa de que el tratamiento de ratones con dosis bajas de THC y morfina juntas no condujo a la tolerancia a la dosis de opioides.
Este estudio y muchos otros están siendo publicados apoyando la idea de que los cannabinoides cuando se combinan pueden aumentar el efecto de los opioides.
Al parecer, los cannabinoides también pueden modificar la tolerancia y la adicción a los opioides.
El uso prolongado de opioides suele estar asociado a la adicción de los pacientes, lo que lleva al abuso de una sustancia que inicialmente sólo tenía una finalidad terapéutica.
Por lo tanto, la combinación cannabinoide-opioide -el THC y la morfina, por ejemplo- podría convertirse en una nueva estrategia analgésica de terapia combinada, que permitiría a los médicos disminuir las altas dosis de opioides de sus pacientes y también disminuir el nivel de abuso de opioides y la adicción de los pacientes.
Además de la teoría de los cannabinoides que estimulan los opioides endógenos, el mecanismo detallado del sistema de interacción cannabinoide-opioide sigue sin estar claro.
La hipótesis que intenta explicar el potencial mecanismo de acción es que los cannabinoides pueden inducir la síntesis o la liberación -de ambos- de péptidos opioides, aumentando el número de receptores opioides activados, lo que da lugar a los niveles analgésicos.
El esclarecimiento de qué péptidos están implicados en este proceso tampoco está claro ni se conoce, por lo que sería crucial para los científicos entender completamente la estructura de estas moléculas y cómo los cannabinoides pueden ser utilizados para producir efectos analgésicos, más allá de ayudar en la adicción a los opioides.
Sin embargo, los cannabinoides en general han ido demostrando resultados sorprendentes, ganando continuamente espacio entre los profesionales de la medicina, demostrando su potencial como medicina alternativa.
Se necesitan varios estudios más para que los investigadores comprendan plenamente los beneficios y las posibilidades reales de los medicamentos basados en el cannabis para el cuerpo humano, y cómo es la mejor opción posible para emplear la planta de cannabis como tratamiento.
___
¿Le ha gustado la infografía de este artículo? Todo iconos utilizadas en este artículo -y muchas más- están disponibles en el Mind the Graph. Puede consultar las ilustraciones disponibles en nuestro galería.
Y no es necesario que empiece su infografía desde cero, ofrecemos plantillas infográficas editables a nuestros usuarios, para que no tengan que empezar desde un lienzo en blanco. Aquí puedes ver plantillas de infografía.
También puedes tener una suscripción senior y crear figuras ilimitadas, haga clic aquí para empezar!
Referencias
BROWN, J. D.; WINTERSTEIN, A. G. Posibles efectos adversos de los medicamentos e interacciones entre medicamentos con el uso de cannabidiol (CBD) para fines médicos y de consumo. Journal of Clinical Medicine, v. 8, n. 7, 8 jul. 2019.
CICHEWICZ, D. L. Interacciones sinérgicas entre analgésicos cannabinoides y opioides. Life Sciences, v. 74, n. 11, p. 1317-1324, 30 jan. 2004.
HANEY, M.; BISAGA, A.; FOLTIN, R. W. Interacción entre la naltrexona y el THC oral en fumadores empedernidos de marihuana. Psychopharmacology, v. 166, n. 1, p. 77-85, 1 fev. 2003.
KUHLEN, M. et al. Effective treatment of spasticity using dronabinol in pediatric palliative care. European Journal of Paediatric Neurology, v. 20, n. 6, p. 898-903, 1 nov. 2016.
LÖTSCH, J. et al. Drug Interactions with Patient-Controlled Analgesia. Clinical Pharmacokinetics, v. 41, n. 1, p. 31-57, 1 jan. 2002.
LYNCH, M. E.; CLARK, A. J. El cannabis reduce la dosis de opiáceos en el tratamiento del dolor crónico no relacionado con el cáncer. Journal of Pain and Symptom Management, v. 25, n. 6, p. 496-498, 1 jun. 2003.
MANZANARES, J. et al. Pharmacological and biochemical interactions between opioids and cannabinoids. Trends in Pharmacological Sciences, v. 20, n. 7, p. 287-294, 1 jul. 1999.
WAKLEY, A. A.; CRAFT, R. M. THC-methadone and THC-naltrexone interactions on discrimination, antinociception, and locomotion in rats. Behavioural Pharmacology, v. 22, n. 5 y 6, p. 489-497, set. 2011.
WELCH, S. P. Interacción de los sistemas cannabinoide y opioide en la modulación de la nocicepción. International Review of Psychiatry, v. 21, n. 2, p. 143-151, 1 jan. 2009.
Suscríbase a nuestro boletín de noticias
Contenidos exclusivos de alta calidad sobre la eficacia visual
comunicación en la ciencia.