Tortugas y plástico
Un estudio demuestra que la contaminación por plásticos atrapa a las tortugas marinas jóvenes a lo largo del tiempo.
Las tortugas marinas recién nacidas abandonan las playas para criarse en el fondo del océano tras su eclosión. Además, con el tiempo, estas corrientes han acumulado una cantidad cada vez mayor de plástico, que muchas tortugas tragan al alimentarse cerca de la orilla.
Se cree que las tortugas bebé, especialmente las recién nacidas y las que viven en el fondo del océano, son las más susceptibles a la contaminación por plástico. Sin embargo, su acceso y evaluación son limitados debido a su ubicación remota.
En un estudiar dirigido por Universidad de ExeterLos investigadores detectaron plástico marino en el interior de tortugas recién nacidas en las costas orientales (Pacífico) y occidentales (Océano Índico) de Australia.
¿Podrían las tortugas caer en una trampa evolutiva?
Los sistemas marinos llevan años sufriendo el impacto de los desechos plásticos, y se ha intentado calcular cómo interactúan con más de 700 especies.
La ingestión de plásticos, el enredo con ellos y la degradación del ecosistema son amenazas que plantea el plástico. Cada vez se sabe más que las tortugas marinas consumen plástico, pero no se han encontrado datos que demuestren el impacto de la ingestión de plástico a nivel de población.
Las aguas abiertas proporcionan un entorno perfecto para que las tortugas se desarrollen, ya que los depredadores son mínimos, lo que hace que sea un entorno perfecto para que se desarrollen. No existe una dieta definida para las tortugas marinas juveniles; consumen cualquier cosa y casi todo, incluido el plástico.
Las tortugas marinas pueden tener una mayor vulnerabilidad a los contaminantes ambientales debido a su hábitat y comportamiento durante ciertas fases de su ciclo vital.
A excepción de las tortugas planas, las tortugas post-nacimiento suelen vivir en zonas oceánicas, donde suelen encontrarse en bajo número en franjas de tierra. Durante la fase posterior a la eclosión, las tortugas planas dependen de las aguas costeras. Sólo en raras ocasiones se adentra en el océano si se alimenta cerca de las líneas de marea alta, los bancos oceánicos o las crestas que se acercan a la costa. A menudo les caracteriza la alimentación epipelágica.
Se ha demostrado que los artículos no nutritivos pueden llevar a una dilución de la dieta, disminuyendo los niveles de energía en su cuerpo, así como causar daños en el canal gastrointestinal, la cloaca y la vejiga en algunas especies.
Resultados del estudio
Se llevó a cabo un estudio sobre tortugas marinas juveniles (tanto las crías como las que han alcanzado el tamaño de un caparazón de 50 cm) que llegaron a la orilla en aguas australianas o fueron capturadas por los pescadores al año siguiente.
En el estudio participaron 121 tortugas marinas, de las cuales se examinaron cinco especies: la tortuga verde, la caguama, la carey, la golfina y la lisa.
En la costa del Pacífico, las caguamas, las tortugas verdes, las planas y las golfas contenían plástico en un número mucho mayor: 86%, 83%, 80% y 29% respectivamente.
Había plástico en 28% de tortugas planas, 21% de tortugas bobas y 9% de tortugas verdes en la costa del océano Índico. Se encontraron siete tortugas carey en ambas costas, por lo que el tamaño de la muestra fue mínimo.
No se encontró plástico en ninguna de las tortugas carey encontradas en ninguna de las dos costas. Las tortugas del Pacífico solían estar rellenas de fragmentos de plástico duro, probablemente procedentes de una gran variedad de objetos fabricados por el hombre, a diferencia de los plásticos del océano Índico, que eran principalmente fibras de redes o cuerdas de pesca.
Ambos océanos contenían altas concentraciones de polietileno, polipropileno de nylon ingerido por las tortugas.
No hay forma de determinar el origen de los fragmentos encontrados, ya que estos polímeros se utilizan mucho en los productos de plástico.
Una fuente importante de contaminantes marinos cerca del agua procede de los aparejos de pesca desechados, desmantelados o de otro tipo (ALDFG), que suelen estar formados por fibras de plástico. El tamaño de las partículas variaba en función del tamaño de las tortugas, normalmente entre 5 mm y 10 mm.
Los investigadores esperan examinar cómo la ingestión de plástico afecta a la salud y la supervivencia de las tortugas en la siguiente fase de su investigación. Para ello, los investigadores y veterinarios de todo el mundo tendrán que colaborar estrechamente.
Además, es importante que dejemos de verter residuos en las masas de agua que no sólo enredan a las tortugas, sino que a la larga actuarán sobre su composición genética.
Si desea obtener más detalles sobre su investigación, consulte la referencia que se indica a continuación.
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